Entre sus perniciosos efectos, además de la evidente saturación, encontramos la falta de atención y el descenso de la productividad laboral o académica -caso de nuestros estudiantes-. Y no sólo por la pérdida de tiempo provocada por las distracciones inherentes a la sobrecarga informativa, sino porque a menudo, en el caso del alumnado, sobrepasado por el exceso de información, limita sus búsquedas al primer resultado obtenido de Google, Bing o la Wikipedia sin una valoración crítica de la información que consume. La reacción de muchos docentes (yo me incluyo) ante este fenómeno es que cuando pedimos algún trabajo de investigación a nuestros alumnos, exigimos su entrega manuscrita para evitar el manido corta y pega. Todo un atraso caricaturizado en esta genial viñeta del profesor Néstor Alonso:
Salta a la vista que en el desarrollo de la competencia digital del alumnado, se hace imprescindible enseñarles a filtrar la información que encuentran en Internet proporcionándoles fuentes fiables y acostumbrarles a gestionar sus propios intereses mediante utilidades de resumen, recopilación o "curación" de contenidos, trabajando en red con ellos. Como gestor de RSS, por su simplicidad, por estar traducido al castellano y por su funcionalidad en PC, tableta o smartphone, les recomendaría Feedly. En el portal tecnológico Bitelia.com se puede consultar un artículo de José María López donde explica cómo usarlo: tutorial de Feedly.
El siguiente paso es que aprendan a organizar sus propios documentos digitales, según sus intereses o con el propósito de presentar información relevante relacionada con el currículo de nuestra materia en cuestión. Para ello, apuesto por la revista social Flickboard. Su vistosidad, compatibilidad multiplataforma e integración con las principales redes sociales compensan que, de momento, sólo esté disponible en inglés. A modo de ejemplo podéis ver este vídeo compartido por André Hess en youtube:
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